TRASTORNO DE ANSIEDAD
“El temor agudiza los sentidos. Las ansiedad, los paraliza”
Ansiedad en nuestra vida
Sentir ansiedad ocasionalmente forma parte de la vida. Es una emoción que surge cuando la persona siente que se va a producir un peligro, ya sea una amenaza real (el sonido de frenazo de un coche) o imaginada (¿y si mi novia me deja?). Es una respuesta adaptativa normal, que prepara al cuerpo para reaccionar ante una situación de emergencia. Por lo tanto, al igual que cualquier otra emoción, tiene una función relacionada con la supervivencia: sirve para avisarnos y enfrentar amenazas generando en nosotros una reacción de lucha o huida.
Existen varios tipos de trastornos de ansiedad:
Agorafobia
En la agorafobia temes lugares y situaciones que pueden causarte pánico o hacerte sentir atrapado, indefenso o avergonzado y a menudo intentas evitarlos.
Ansiedad generalizada
Se representa como ansiedad y preocupaciones persistentes y excesivas por actividades o eventos, de la vida cotidiana. La preocupación es desproporcionada con respecto a la situación actual que la desencadena, es difícil de controlar.
Fobias específicas
Las fobias específicas se caracterizan por una elevada ansiedad cuando la persona se ve expuesta a un objeto o situación específicos, junto a un deseo por evitarlos.
Fobia social
El trastorno de ansiedad social (fobia social) implica altos niveles de ansiedad, miedo o rechazo a situaciones sociales debido a sentimientos de vergüenza, inseguridad y preocupación por ser juzgado o percibido de manera negativa por otras personas.
Trastorno de ansiedad inducido por sustancias
El trastorno de ansiedad inducido por sustancias se caracteriza por síntomas de ansiedad o pánico intensos que son el resultado directo del uso indebido de drogas, como tomar medicamentos, estar expuesto a una sustancia tóxica o tener abstinencia a causa de las drogas.
No es necesario tener un trastorno de ansiedad para requerir atención psicológica e ir al psicólogo, basta con que el problema te genere dolor o malestar en tu vida, y que no puedas controlarlo o manejarlo por lo que llega a ocupa cada vez más espacio en tu día a día. Por ejemplo, preocupaciones excesivas relacionadas con la desconfianza en tu pareja (celos).
ATAQUE
DE PÁNICO
El trastorno de pánico implica episodios repetidos de sensaciones repentinas de ansiedad o terror intensos que alcanzan un nivel máximo en minutos (ataques de pánico).
Síntomas
Puedes tener sensaciones de una catástrofe inminente, dificultad para respirar, dolor en el pecho o latidos rápidos y fuertes
Consecuencias
Estos ataques de pánico pueden provocar que a la persona le preocupe que sucedan de nuevo o que evite situaciones en las que han sucedido.
Signos y síntomas de la ansiedad
Puede sentir sensación de nerviosismo, agitación o tensión. Sensación de peligro inminente o pánico, problemas para concentrarse o para pensar en otra cosa que no sea la preocupación actual. Puede tener problemas para dormir o para controlar las preocupaciones, así como tener la necesidad de evitar las situaciones que generan ansiedad.
Pueden incluir síntomas como el aumento del ritmo cardíaco, respiración acelerada (hiperventilación), sudoración, temblores, sensación de debilidad o cansancio o también padecer problemas gastrointestinales (GI).
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¿La ansiedad me deja vivir?
El problema no es la ansiedad en sí, pues como hemos visto tiene una clara función para la supervivencia. Sino que la ansiedad no nos permita llevar la vida que queremos y nos aleje de perseguir o cumplir nuestras metas o sueños.
En Mentae ayudamos a que las personas aprendan a convivir con la ansiedad, a aceptarla como parte de la vida, y desde esa actitud a manejarla para que no les limite, para que no les genere un sufrimiento tal que les impida soñar con lo que es importante para ellas y luchar por ello.